Calzado los pies con el apresto del evangelio de la paz
EL CALZADO DEL SOLDADO ROMANO
En la época del apóstol Pablo el calzado del soldado romano tenia las siguientes características:
- Suela gruesa y clavada a fin de que no se despeguen;
- En la parte inferior de la suela, esta tenía una especie de metal o clavos lo cual le daba al soldado estabilidad para la batalla
- Gruesas correas de cuero la cual sujetaba el calzado muy bien al pie del soldado;
Si un soldado no tenía un buen calzado, era vulnerable a los escombros, piedras y ramas que se encontraba en el camino. Además, el ejército enemigo siempre dejaba palos filudos en la tierra para perforar los pies de sus adversarios.
Parecería que el calzado era algo insignificante en la vestimenta del soldado, pero al contrario, un buen calzado le otorgaba seguridad y confianza en tiempo de guerra.
EL CALZADO DEL CREYENTE
Así como el calzado era un implemento de gran importancia en la vida del soldado romano, también lo es en la vida del creyente (hablando en el ámbito espiritual). El apóstol Pablo nos dice que como cristianos debemos calzarnos los pies con el apresto del evangelio de la paz.
¿Que NO significa calzarse los pies Con el apresto del evangelio de la paz?
Cuando se trata este tema, algunos predicadores interpretan las palabras de Pablo como un mandamiento a ir y predicar el evangelio de la paz Efesios 6:15 “y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz”. Pero el contexto de este verso descarta tal interpretación ¿Por qué? Porque si leemos el contexto, rápidamente nos daremos cuenta de que se está hablando NO de predicar el evangelio, sino de la guerra espiritual que todo creyente tiene. Leamos por favor el contexto del verso 15:
Ef 6:11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo (Posición de defensa).
Ef 6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Ef 6:13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes (Posición de defensa). Eph 6:14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
Ef 6:15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Ef 6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno (Posición de defensa).
Ef 6:17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
Sin duda alguna la predicación del evangelio de la paz es un mandamiento para cada cristiano, pero en la enseñanza de Pablo en cuanto al calzado del soldado romano, no está hablando sobre predicar el evangelio. Esto sería forzar al texto a que diga algo que nunca quiso decir. A diferencia de esto, si leemos Rom 10:15 “¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” En este verso el apóstol SI está enseñando sobre la responsabilidad que tenemos como cristianos de predicar el evangelio de la paz, pero Efesios 6.15 NO Nos enseña aquello.
¿Que SI significa calzarse los pies Con el apresto del evangelio de la paz?
Ahora bien…Si Efesios 6:15 “y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz”. NO tiene como mensaje predicar el evangelio; entonces… ¿que SI nos enseña? La respuesta es: <<Así como el soldado romano a causa de sus zapatos podía pisar seguro y confiado el campo de batalla; nosotros los cristianos en la guerra espiritual que peleamos todos los días de nuestra vida, podemos tener seguridad, confianza, pero sobre todo, paz>>.
CRISTO EL DIOS DE PAZ
El profeta Isaías dijo de Jesús Isa 9:6 “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. ¡Jesús es el príncipe de paz! y cuando la biblia nos dice que debemos calzarnos con el apresto del evangelio de la paz, lo que nos está diciendo es que ante toda circunstancia que se presente en nuestras vidas DEBEMOS CONFIAR EN JESÚS EL PRÍNCIPE DE PAZ.
¿Cuál es su actitud en momentos de gran dificultad? ¿Está confiando en Jesús? ¿Está descansando en él?
A continuación veamos a Jesucristo mostrándose a los hombres como el DIOS DE PAZ.
Mat 8:23 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron.
Mat 8:24 Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande quelas olas cubrían la barca; pero él dormía.
Mat 8:25 Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!
Mat 8:26 Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.
Mat 8:27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?
Si leemos el contexto veremos que fue el mismo Señor Jesús quien dio la orden de ir mar adentro ¿Cuál era su objetivo? Sin duda alguna mostrarles a los suyos que en Él (en Jesús) se puede tener PAZ en medio de las grandes tormentas de la vida.
Algunos de los discípulos eran hombres expertos en la pesca Y en cuestiones de mar
Algo que no podemos pasar por alto en cuanto a esta escena, es que algunos de los discípulos del Señor eran hombres expertos en la pesca como fue el caso de Simón-Pedro y su hermano Andrés; también Jacobo y su hermano Juan; y muy posiblemente Tomas y Natanael, quienes también se encontraban en el oficio de la pesca cuando Cristo se les apareció por tercera vez después de su resurrección según Juan capítulo 21. Aunque no se nos dice quiénes de los discípulos estaban en esta ocasión en la barca con Jesús, sin duda alguna había más de uno de ellos que eran expertos en el oficio de la pesca y en asuntos de alta mar. Y aunque las tormentas eran el pan diario para estos hombres, parece ser que en esta ocasión la tempestad era fuera de lo común, a tal punto que los discípulos pensaron que iban a morir. Observe sus gritos temerosos: Matt 8:25 “… ¡Señor, sálvanos, que perecemos!” ¡Realmente pensaron que iban a morir!
¿Qué hacía Jesús mientras las olas hundían la barca?
Mientras todo esto ocurría ¿Dónde estaba Jesús? Aunque parezca
Difícil de creerlo ÉL ESTABA DURMIENDO. Esta es la única vez que se nos dice en los evangelios que Jesús dormía. Pero… ¿Cómo alguien puede dormir en medio de una gran tormenta y mucho más cuando se encuentra en alta mar? Bueno… ¡Recuerde! JESUS ES EL PRÍNCIPE DE PAZ y no hay nada que este fuera de su control.
Jesús reprende a sus discípulos
Cuando el Señor se despierta de su descanso, reprende a sus discípulos no porque interrumpieron su siesta, sino por la poca fe de ellos. Les dijo: “Hombres de poca fe” Note algo, no les dijo: “Hombres sin fe”; sino “Hombres de poca fe”. Estos hombres SI tenían fe, pero no la suficiente para creer que en este momento difícil que estaban atravesando, Dios tenía el control. Y usted…? ¿Es una persona sin fe o una persona de poca fe? Si a usted le hace falta fe o desea tener más fe, hay una forma de obtenerla, y esto es leyendo, meditando, estudiando la Palabra de Dios (la biblia) porque escrito está: “La fe es por el oír el mensaje de Dios”.
Jesús reprende a los vientos y el mar
Luego de haber amonestado a sus discípulos, Jesús reprendió a los
Vientos y el mar, y enseguida todo quedo tranquilo. Que tremenda escena donde podemos ver al creador ejerciendo potestad sobre lo creado.
Hay quienes hablan sobre las leyes exactas de la naturaleza. Yo estoy de acuerdo con esto, sin duda alguna existen leyes exactas que rigen la creación. Pero hay algo que no podemos omitir, y esto es que, detrás de cada ley hay un legislador (alguien quien las crea o establece las leyes) y este es Dios el Padre quien a través de Cristo hizo todo lo que nuestros ojos pueden ver y también lo que no pueden ver –Colosenses 1:15-17- ¡Gloria a Cristo! ¡Gloria al príncipe de paz!
Podemos tener paz en medio de la tormenta
Volvamos a nuestro texto base Efesios 6:15 “y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz”. Así como el soldado romano necesitaba de un buen calzado para pelear la batalla; nosotros, los soldados de Cristo cada día debemos calzarnos del evangelio de la paz. Esto es tener la seguridad, la confianza y la convicción de que en cada tormenta que se nos presente en el diario vivir; y en cada ataque del enemigo, Cristo el príncipe de paz tiene el control de nuestras vidas.
El mundo hoy en día vive en absoluto afán y desesperación, pero los hijos de Dios podemos vivir en paz. No porque no atravesemos momentos difíciles, sino porque sabemos que Cristo va en nuestra barca ¡Aleluya!
CONCLUSIÓN
Que gran enseñanza la del apóstol Pablo para la iglesia de Éfeso y por medio de ella para la iglesia de Cristo. Un Cristiano sin armadura espiritual, es un cristiano desprotegido. De allí que tenemos la gran necesidad de cada día vestirnos de esta hermosa armadura de fe que el Señor ha puesto a nuestra disposición. Tomemos el compromiso al empezar cada día, de calzarnos del evangelio de la paz. Que no exista ninguna situación que nos pueda robar la paz de Cristo que sobrepasa todo entendimiento. Sabiendo siempre Que el Señor tiene el control de nuestras vidas, amén.
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